¡Adiós 2022... Hola 2023!

Esto es lo primero que escribo en el nuevo año. Y es que este llegó tan rápido como se pasó y acá estoy con cuaderno nuevo y con demasiado en mi cabeza, como ya es costumbre.

Para describir el 2022 puedo solo decir: ¡WOW! Fue un año en el que pasó demasiado, veo para atrás y no puedo creer que todo fue cuestión de 12 meses.

Fue un año que me rompió en muchos pedazos, aunque eso mismo fue lo que me ayudó y enseñó a ser más fuerte. Me demostré, una vez más, que puedo: siempre puedo y siempre podré. Un año en el que fui valiente y me enfrenté a personas y situaciones en las que no pensé estar y de una forma en la que no me creía capaz. Tomé decisiones importantes, que le dieron un giro de 180° a mi vida y la de mi familia: decidí por nuestra paz y bienestar. Un año en el que aprendí muchísimo, en especial acerca de lo que quiero y de lo que no, lo que me hace bien y lo que no. Me atreví a decir que "no" a situaciones que ya no están alineadas conmigo y me he atrevido a decir que "sí" a nuevos retos, a quienes quiero tener cerca y lo que quiero disfrutar más.

Siendo honesta, para este nuevo año, me ha costado pensar en mis objetivos. Sé que quiero seguir con pequeñas metas, tomando decisiones todos los días que me acerquen a donde quiero llegar. Quiero ser constante y disciplinada, paso a paso para cumplirme a mí. No me gusta definir grandes propósitos, porque no quiero sentirme presionada (por mí misma) para lograr algo que tal vez ni sea realista. Me falta mucho, sí, pero he aprendido a diferenciar qué es lo que no quiero, para enfocarme en lo que sí. Más consciente, más feliz, llena de ilusión y de amor.

"Crecer implica movimiento" - Camilo Villanueva

Por cierto, este espacio recién cumplió un año de existir, el 3 de enero. Estas letras albergan gran emoción y a lo largo de las 8 publicaciones está mi corazón y todo lo que sentí en los momentos que describo. A quienes me han acompañado en este camino, muchas gracias por leerme. Prometo que verán más de mí en el veintitrés.